Para este edificio hemos decidido realizar una fachada seca. El sistema de fachada seca es mucho más versátil y más rápido, de hecho, el tiempo de construcción se puede reducir a la mitad en comparación con la construcción húmeda tradicional que involucra ladrillos o bloques.

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La realización de la fachada seca no solo reduce los compromisos de tiempo, sino que los materiales utilizados también son más resistentes, más ligeros y más adaptables, lo que lleva a una mayor flexibilidad en el diseño de la construcción.

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Cuando se trata de beneficios económicos, la rentabilidad real se basa en características clave como la velocidad de instalación, además de ser de bajo mantenimiento y fáciles de reparar. Los materiales se optimizan fácilmente, por lo que hay un mínimo desperdicio.

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La construcción en seco también requiere mucha menos agua y genera un mínimo de residuos de construcción, lo que hace que el impacto en el entorno local sea mucho menor.

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